Particularmente, mi relación con la música siempre ha sido especial. Como todos nosotros, la conocí desde muy niño pero siempre tuve la curiosidad de reproducir esos sonidos y melodías que le ponían un poco de ritmo al día a día. Comencé escuchando a los grupos de moda de mi generación (Gun’s & Roses, Nirvana, Metalica, Janes Adiction, etc.) sin embargo, mientras pasaron los años, empecé a indagar en tres géneros musicales que producían en mí sensaciones y estados anímicos inexplicables, solo la música podía dar cuenta de ello; ahí estaba el Reggae, Funk y el Acid Jazz.
En esta pequeña reseña musical que cada uno de nosotros estamos haciendo, para mi el Reggae es un género que tiene una posición importante en comparación con los otros. No digo que sea mejor o peor, menos o más complejo; sino que para mi es lo suficientemente especial como para poner un disco de Marley todos los días para tener las energías necesarias para fluir…jajaja…es cierto. Por otro lado el Funk, ese es otro tema. Escuchar a James Brown, George Clinton, Los Tetas, Amigos Invisibles, John Scofield, Soulive, etc, etc, etc. es una satisfacción incomparable. Finalmente, el acid jazz es para momentos intensos, altamente recomendable.
A partir de ir escuchando e ir relacionándome con la música, la curiosidad por tocar se iba incrementando. Comencé de niño en el colegio con la guitarra y tuve una corta relación con el Contra Bajo y el Oboe; pero la guitarra siempre estuvo allí como una compañera ideal. Siempre he pensado que el instrumento se tiene que volver tu compañera y en ese proceso de conocimiento, cuando se convierte en una extensión tuya es cuando tienes la libertad de poder crear, expresar y comunicar lo que solo la música puede hacer.
En esta pequeña reseña musical que cada uno de nosotros estamos haciendo, para mi el Reggae es un género que tiene una posición importante en comparación con los otros. No digo que sea mejor o peor, menos o más complejo; sino que para mi es lo suficientemente especial como para poner un disco de Marley todos los días para tener las energías necesarias para fluir…jajaja…es cierto. Por otro lado el Funk, ese es otro tema. Escuchar a James Brown, George Clinton, Los Tetas, Amigos Invisibles, John Scofield, Soulive, etc, etc, etc. es una satisfacción incomparable. Finalmente, el acid jazz es para momentos intensos, altamente recomendable.
A partir de ir escuchando e ir relacionándome con la música, la curiosidad por tocar se iba incrementando. Comencé de niño en el colegio con la guitarra y tuve una corta relación con el Contra Bajo y el Oboe; pero la guitarra siempre estuvo allí como una compañera ideal. Siempre he pensado que el instrumento se tiene que volver tu compañera y en ese proceso de conocimiento, cuando se convierte en una extensión tuya es cuando tienes la libertad de poder crear, expresar y comunicar lo que solo la música puede hacer.
En los últimos años tuve un paro musical hasta la llamada de Pato para tocar un par de horas e incursionar en un nuevo proyecto. La oportunidad se dio y CHULLO se formó y consolidó. Las vibras que hay como grupo están buenas y creo que lo que todos los integrantes de CHULLO queremos hacer es ponerle un poco de ritmo a los que nos escuchan.
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