martes, 30 de octubre de 2007

Don´t play what´s there, play what´s not there

Miles Davis dijo, Don´t play what´s there, play what´s not there´.

Me parece súper valido, por eso lo pongo, y no necesariamente porque piense que eso sea cierto, pero me gusta la actitud de Miles. El también dijo: "Do not fear mistakes, there are none", y en esto sí estoy de acuerdo con Miles, no hay nada de que arrepentirse, en su caso no se porqué motivo en específico lo dijo, pero en mi caso este postulado se hace válido porque yo creo fielmente que, errada ó exitosa, la experiencia enseña y bajo este postulado facilista (Puesto que me puedo equivocar cuanto y cuando quiera) es que quiero hacer un brevísimo análisis de lo que sucedió el Viernes 26 de Octubre en los exteriores de la casa España.

El Viernes, Chullo hizo su primera presentación en vivo ante un público muy interesante, algunos conocidos, muchos desconocidos, casi 150 personas, me animo a decir.

La gente estaba un poco dispersa antes de comenzar el concierto, pero una vez que comenzamos la cosa cambió. Mucho silencio, mucha atención, muchos ojos enjuiciantes y el fantasma del error, disperso y merodeando las primeras notas de I shot the sheriff.

Conforme fuimos predicando la obra de Robert Nesta, un sentimiento se apoderó de quien escribe y me di cuenta de que nada podía salir mal, no solo estábamos haciendo lo que más nos gusta a todos los que estábamos en el escenario, sino que además lo estábamos haciendo bien, porque muchas horas de trabajo y la búsqueda constante de la perfección te dan eso, tranquilidad, tal vez el objeto más preciado para un músico.

Finalmente, todo fluyó mejor que bien, a la vista de mis muy perturbados y poco afinados ojos. Y digo que fluyó bien porque fue confortante y muy explicativo ver a una persona que jamás he saludado ni convencido de lo buena ó bien hecha que es nuestra música en mi vida y verlo siguiendo los solos de guitarra como si los estuviera tocando él, ver como baila al ritmo del bajo penetrante, tanto que explota con un si bemol en notas graves, entender como esa persona internaliza los ritmos de las canciones que jamás a escuchado y finalmente conseguir arrancarle un fuerte, pero lo que es más importante, sincero aplauso. Todo esto en señal de aceptación, como permitiéndonos seguir tocando.

Por último, lo que me llevé de este concierto, en términos de reflexión por supuesto, es que no existe nada ni antes ni después de la música y es válido pensar que debemos tocar lo que no esta allí, si lo consideramos como lo que está por venir, lo que no hemos compuesto aún.

Hace mucho sentido entenderlo así, porque es la creación constante lo que me mantiene vivo, quedándome clarísimo que el día que deje de crear mi futuro, perderá mucho sentido mi pasado, como dijo Miles: "My Future starts when i wake up every morning"

Pato

No hay comentarios: